En una Residencia Geriátrica, Centro de Día o Centro para discapacitados, la base del funcionamiento es el EQUIPO. Por esa razón, el FACTOR HUMANO es indisociable a este tipo de negocios.
Realmente, una residencia geriátrica es un hotel medicalizado, en el cual los huéspedes, están durante muchos meses o, incluso, durante muchos años. Por esta razón, suelen darse relaciones a veces complejas entre el personal y los clientes, además de con mandos intermedios y Dirección o Gerencia.
Ahora bien, aunque tengamos un equipo cohesionado y bien dimensionado, deben cumplir una serie de tareas esenciales para que la información esté correctamente registrada y podamos gestionar correctamente nuestro Centro.
Elementos fundamentales en cuanto a la gestión, suelen ser el apartado del personal, el cual puede llegar a suponer casi el 60% de los costes operativos de un Centro. Por esta razón, es fundamental que, en aplicación del VIII Convenio Colectivo que rige esta actividad (o el Convenio de la CCAA que toque), podamos tener claro hasta dónde podemos llegar, cuáles son las exigencias y cómo debemos llevar a cabo el día a día para que operativamente vaya “todo sobre ruedas”.
Otro elemento fundamental son las cargas de trabajo y su equilibrado a la hora de adjudicarlas al personal gerocultor, de enfermería o auxiliares. No sólo debemos fijarnos en el grado de dependencia, sino que debemos valorar cuántas ABVD del residente (Actividades Básicas de la Vida Diaria) deben ser asistidas por nuestro personal, ya que no es lo mismo llevarlas a cabo que, simplemente, supervisar.
Por otro lado, es esencial que conozcamos a qué están obligados los diferentes perfiles profesionales que están en un Centro en función del Convenio. Así, de esta manera (por ejemplo) el Convenio Colectivo deja claro en su artículo nº 17 que las camas de los residentes las deben hacer el personal gerocultor y no el personal de limpieza (además de haber, en este sentido, una sentencia del Tribunal Supremo).
Nuestra experiencia “en la trinchera”, es decir, como directores técnicos y gerentes de residencias hace que podamos hablar el mismo idioma que tú y que, por lo tanto, nuestro asesoramiento sea de calidad y de “director a director”.
Por otro lado, la gestión de personal es uno de los aspectos más importantes de una Residencia Geriátrica o de un Centro de Día. Esto es así porque casi el 60% de tus costes vienen de esta partida y, además, la selección de buenos profesionales es cada vez más compleja.
Tenemos múltiples competidores que pueden ofrecer mejores condiciones salariales (hospitales y centros de “subagudos”), pero podemos ser creativos para ofrecer condiciones interesantes a aquellos profesionales (sobre todo sanitarios) que son más “escurridizos” a la hora de contratar.
Además, debes cumplir una ratio de atención directa e indirecta en función de tu Comunidad Autónoma y te podemos ayudar a dimensionar correctamente tu equipo para que la plantilla que tengas esté equilibrada en costes, en función de tu facturación.
Uno de los puntos “calientes” suelen ser los horarios y los incumplimientos de las obligaciones por parte del personal. En este sentido, cuando se entregan los horarios anuales (respetando horas anuales, descansos semanales y máximas jornadas) debemos tener en cuenta que deben cumplir con una serie de requisitos y que hay aspectos con los que debemos tener cuidado. Así, por ejemplo, el tema de vacaciones y asuntos propios debe gestionarse de una manera precisa para que después no haya malos entendidos entre empresa y trabajador. En cuanto a los incumplimientos de los trabajadores, debemos tener muy en cuenta que en una Residencia Geriátrica o Centro de Día las normas “están claras”, gracias al Convenio Colectivo que rige la actividad. Eso sí, todo debe estar siempre por escrito…
Por lo anteriormente comentado, si crees que podemos ayudarte a solucionar dudas o a dimensionar correctamente la partida del personal, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
Por eso, si necesitas asesoramiento operativo, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.